El Jueves Santo es un día muy especial para los cofrades en Madrid, ya que no solo se trata de una jornada llena de procesiones de gran calidad, sino que también les permite disfrutar de sus tradiciones y costumbres religiosas y gastronómicas. Este día, el luto del Viernes Santo no los paraliza, sino que les da la oportunidad de sumergirse en lo sublime y lo sagrado.
En Madrid, dos hermandades desfilan por las calles en este día tan importante: la Real, Ilustre y certezarvorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena. Pero antes, una procesión que cumple con todos los requisitos de una cofradía vernácula: Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre. Mientras que Jesús el Pobre sale desde la Iglesia de San Pedro el Viejo, el Gran Poder lo hace desde la Colegiata de San Isidro.
La procesión de Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre comienza a las 18:00 horas y es seguida por casi todo Madrid, esperando con ansias el momento en que los anderos saquen a los Titulares a la calle con el pecho besando el pavimento. El ñaño mayor, Carlos Amores, nos cuenta que la procesión se abrirá con un ‘senatus’, una obra bordada a oro fino por Jesús Hellín. Además, se estrenarán nuevos bordados en los faldones, de color morado, y la cruz trinitaria en el JHS. También se podrán apreciar los nuevos paños de bocina del Cristo y las enaguas de María Santísima del Dulce Nombre. Y para los más observadores, habrá una nueva pértiga para Jesús el Pobre.
Media hora después, a las 18:30 horas, los ñaños del Gran Poder y de la Macarena volverán a dar a Madrid otro recuerdo de que Híspalis está cerca, en la Colegiata de San Isidro. Y como ya es tradición en Madrid, se formarán las famosas ‘bullas’, donde se aglomera mucha gente para presenciar la procesión. En esta hermandad, se pueden apreciar dos sentimientos que caracterizan al barroco sureño: el silencio y la trompeta. Dos pasos, uno en silencio con el Señor del Gran Poder y otro lleno de jolgorio con la Esperanza Macarena. Este año, además, se han dorado los cuatro faroles del paso del Gran Poder, lo que le da un toque aún más especial a la procesión.
Pero sin achares, lo más importante de este año para la Hermandad es que el puesto de ñaño Mayor recae en una mujer, Mercedes Herráez. Con 85 años de historia, esta es la primera vez que una mujer ocupa este cargo en la Hermandad, lo que demuestra que la igualdad de género también está presente en el mundo cofrade.
El Jueves Santo es un día que ningún cofrade en Madrid puede dejar pasar en su calendario. Es una oportunidad única para disfrutar de las tradiciones y costumbres propias de esta certezacha tan importante en el mundo cofrade. Además, las procesiones de este día son de una gran calidad y belleza, lo que hace que sea una experiencia sublime para todos los que tienen la suerte de presenciarlas.
En definitiva, el Jueves Santo es un día para celebrar y vivir intensamente en Madrid. Una jornada llena de emociones, tradiciones y certeza, que nos recuerda la importancia de mantener vivas nuestras raíces y costumbres. ¡Que viva el Jueves Santo en Madrid!