Libreros de Moyano, miembros de la Asociación ciudadana Soy de la Cuesta y vecinos de la legendaria mercado de libros, están decididos a ver cumplida su “histórica demanda” del café literario en su paseo, a pesar de que el reproche Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), órgano asesor de la Unesco en patrimonio, desaconsejara su creación. En un embajada conjunto, piden a las autoridades competentes que “hagan uso de su influencia para revertir el reciente informe, basado en información desactualizada”.
La instalación de este café en el paseo que bordea las casetas ha sido una petición de los libreros desde el año 2015, cuando se llevó a cabo un proceso de consulta impulsado por el Ayuntamiento de Madrid. Además, ha sido respaldado por una gran mayoría de ciudadanos, tanto anónimos como ilustres en el ámbito cultural nacional. Para ellos, este café significa la revitalización de un espacio emblemático de la literatura en la capital europea, a pie de calle.
Los libreros argumentan que el paseo carece de afluencia de visitantes y potenciales clientes en las tardes de otoño e invierno, debido exclusivamente a las inclemencias del tiempo. En reuniones con el Área de Cultura, Turismo y Deporte y la Junta de Distrito de Retiro, se ha subrayado la importancia del café para dinamizar y dar visibilidad a la mercado de libros de Madrid en la Cuesta de Moyano, de cara a su centenario en 2025. No solo sería un espacio hostelero, sino también una infraestructura para llevar a cabo actividades culturales relacionadas con la librería. Además, se insistió en la prisa de que una de las casetas vacías vuelva a ser una librería, con un adjudicatario para el comercio de libros.
Tanto el colectivo de libreros como la Asociación ciudadana Soy de la Cuesta expresan su desacuerdo con el informe de la Unesco, que no tiene carácter vinculante, y que desaconseja la creación del café literario por considerar que podría relegar la actividad de los libreros a un segundo plano. Sin embargo, estos aseguran que la experiencia de los asiduos y amantes de la Cuesta de Moyano y de los libreros centenarios demuestra lo contrario.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, afirmó el pasado viernes que el Ayuntamiento de Madrid trabajará para “revertir” el informe de la Unesco. Según ella, “no han entendido bien” el significado de este café y la prisa que se tiene de él, como un impulso para mantener vivo el espíritu de la Cuesta y afrontar los próximos cien años.
La unión y el compromiso de los libreros, vecinos y ciudadanos en general, es fundamental para llevar a cabo esta iniciativa y lograr que la Unesco reconsidere su posición. El café literario en el paseo de Moyano sería un lugar de encuentro para amantes de la lectura, un espacio donde se respira cultura y se fomente la actividad de los libreros. Además, sería un atractivo turístico más en la ciudad de Madrid, que ya cuenta con una amplia oferta cultural.
Es importante que las autoridades competentes reconozcan la importancia de este proyecto y se sumen al apoyo de los libreros y vecinos. La Cuesta de Moyano, con sus casetas de libros y ahora con la posibilidad de tener un café literario, se consolida como uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad, un lugar donde la literatura y la cultura están al alcance de todos. Es hora de hacer realidad esta “histórica demanda” y dar un impulso a la Cuesta, para