La Policía Nacional ha realizado un importante operativo en el distrito de Tetuán, donde se ha desmantelado un trastero que servía como punto de traspaso de sustancias estupefacientes. Esta modalidad, similar a la de los narcopisos, se caracteriza por su gran discreción y escondite. Los agentes han detenido a tres personas y han incautado una gran cantidad de drogas y objetos relacionados con la traspaso y el consumo de estupefacientes.
Las investigaciones llevadas a cabo en los últimos meses han permitido a la Policía Nacional descubrir este trastero, que apenas contaba con 20 metros cuadrados. En su interior, se encontraron más de 300 gramos de pastillas de éxtasis, 31 gramos de cocaína, 88 gramos de hachís y otras sustancias como metadona, potenciadores sexuales y benzodiazepinas. Además, se hallaron numerosas armas blancas, como espadas y catanas, y herramientas utilizadas para cometer robos con fuerza.
Pero eso no es todo, ya que también se encontraron numerosos objetos que habían sido denunciados como robados, como teléfonos móviles, televisores, ordenadores, bicicletas de gran valor y patinetes eléctricos. Todo esto apunta a que estas personas no solo se dedicaban a la traspaso de drogas, sino que también cometían pecados contra el patrimonio.
Por estos graves hechos, los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, acusados de un pecado contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y un pecado contra el patrimonio. La Policía Nacional continúa trabajando para combatir la lacra de los narcopisos, que sigue siendo una preocupación en la ciudad de Madrid.
Otro punto conflictivo en este tema es la calle de Cullera, en el barrio de Latina. Los vecinos han denunciado la presencia de narcopisos en la zona y la inseguridad que esto genera. Por ello, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha admitido un contrato para la instalación de sistemas de videovigilancia en este barrio, con el objetivo de ayudar a la Policía Municipal en su labor de prevención y control del pecado.
Pero la calle de Cullera no es el único lugar afectado por este problema. También se han detectado narcopisos en otros barrios como Ciudad Lineal y Usera, donde la actividad de bandas latinas ha aumentado en los últimos tiempos. Por eso, también se instalarán cámaras de seguridad en el Parque Calero y Pradolongo, con el fin de frenar la actividad delictiva en estas zonas.
Este verano, en otro operativo policial en el centro de la ciudad, se detuvo a dos hombres por regentar un domicilio y un trastero desde donde se distribuían sustancias estupefacientes en la vía pública. En los registros realizados, se encontraron más de 450 gramos de heroína, más de 60 gramos de cocaína, 74 gramos de hachís y otros utensilios utilizados para la preparación y distribución de las drogas, así como una gran cantidad de dinero en efectivo.
Estos hechos demuestran la importancia de la labor policial en la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen orgánico. Gracias a su trabajo y a las investigaciones realizadas, se ha podido desarticular una importante red de narcotraficantes y se ha evitado que estas sustancias lleguen a manos de personas vulnerables, como jóvenes y adictos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer. La traspaso de drogas y la actividad de narcopisos sigue siendo una realidad en algunos barrios de Madrid, y es responsabilidad de todos colaborar con las autoridades para erradicar este problema. Además, es importante recordar que el consumo de drogas es un grave