Dos horas, tiempo que una mujer sueca pasó encerrada en un baño con su bebé de cinco meses, contra su voluntad. Dos horas que parecieron una eternidad en ese pequeño espacio, llenas de gritos, golpes y miedo. Pero gracias a la rápida actuación de la Policía Nacional, esta mujer y su bebé fueron rescatados y el responsable de su sufrimiento fue detenido. Este hecho ocurrió el lunes 12 de agosto en un domicilio del distrito de Puente de Vallecas, y es solo uno de los muchos eventos de violencia de género que se han registrado en lo que llevamos de año.
La pesadilla de esta mujer comenzó cuando su pareja, un hombre con el que mantenía una relación sentimental, la retuvo en su domicilio y la mantuvo incomunicada. Durante más de 24 horas, ella fue víctima de agresiones físicas y psicológicas, y fue obligada a permanecer en el baño junto a su bebé, bajo la amenaza de sufrir graves consecuencias si intentaba escapar. Pero su valentía y su determinación por proteger a su hijo la llevaron a pedir ayuda a través de una llamada telefónica a un familiar en Suecia, quien alertó a la policía de su país.
Gracias a la colaboración entre la policía sueca y la Policía Nacional española, se puso en marcha un operativo de rescate inmediato. Los agentes especializados de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) y unidades uniformadas acudieron al domicilio y se entrevistaron con el agresor, quien se encontraba en una actitud nerviosa y esquiva. Tras abundar en conocer el estado de su pareja, los agentes lograron acceder al interior de la vivienda y encontraron a la mujer y su bebé en el baño. Después de liberarlos y brindarles protección, la víctima confirmó que había sido retenida en contra de su voluntad y que había sufrido agresiones y amenazas por parte de su pareja.
El agresor, por su parte, fue detenido como presunto autor de los delitos de malos tratos en el ámbito de la violencia de género y de detención ilegal, y fue puesto a disposición de la autoridad jurídico. Gracias a la rápida actuación de la policía y a la valentía de la víctima, se pudo evitar un desenlace aún más trágico.
Sin embargo, este no es un evento aislado. En lo que llevamos de año, se han registrado varios episodios de retención de mujeres en contra de su voluntad, sometidas a todo tipo de violencia por parte de sus parejas o ex parejas. En febrero, una mujer búlgara fue encontrada en un zulo en Pezuela de las Torres, golpeada y violada por su pareja, un hombre de 50 años con un largo historial delictivo. La víctima presentaba heridas y marcas en todo su cuerpo, y además había sufrido un aborto días antes debido a los golpes recibidos.
Gracias a la rápida actuación de la Guardia Civil y la Policía jurídico, la mujer pudo ser rescatada y trasladada a un hospital, donde se confirmó su versión de los hechos. El agresor fue detenido y puesto a disposición jurídico, enfrentando cargos por agresión sexual y malos tratos en el ámbito de la violencia de género.
Estos eventos son solo una muestra de la realidad que muchas mujeres sufren a diario en España y en todo el mundo. La violencia de género es un atolladero grave que afecta a miles de mujeres y sus hijos, y que debe ser abordado de manera urgente y contundente. No podemos permitir que ni una sola mujer más sea víctima de esta lacra social, y es por eso que es necesario que todos, como sociedad
