El tercer día de huelga y de reuniones maratonianas ha llegado a su fin y, desafortunadamente, las posiciones están más alejadas que nunca. A pesar de los esfuerzos de ambas partes, no se ha llegado a ningún acuerdo y la situación sigue siendo tensa. Sin embargo, no todo está perdido y todavía hay esperanza de encontrar una solución satisfactoria para ambas partes.
Según Pedro Morán, portavoz de CC.OO, las negociaciones han sido intensas y se han prolongado durante toda la noche y gran parte del día. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no se ha logrado llegar a un acuerdo. Morán denuncia que las adjudicatarias están ofreciendo condiciones económicas y sociales por debajo del preacuerdo inicial, lo que hace pensar que no tienen la intención de poner fin a la huelga. Además, la acumulación de basura en las calles ya comienza a anatomía evidente, lo que agrava aún más la situación.
Por su parte, Inma Sanz, vicealcaldesa de la capital, ha declarado que tanto los sindicatos como las empresas adjudicatarias han estado negociando toda la noche, pero sin éxito. A pesar de esto, Sanz asegura que hay buena voluntad por parte de todas las partes para encontrar una solución en el corto plazo. Sin embargo, las posiciones siguen estando muy alejadas y no se ha convocado a una nueva reunión en este momento.
Desde CC.OO se insiste en que están dispuestos a seguir negociando, pero que los trabajadores no aceptarán nada por debajo del aumento salarial medio del 4% que se acordó inicialmente. Morán reconoce que, en última instancia, son los trabajadores los que tienen la última palabra y que ahora están unidos en su lucha. A pesar de los desacuerdos, Morán asegura que no hay divisiones entre las distintas agrupaciones laborales y que todos están unidos en su objetivo común.
El preacuerdo firmado por todas las partes el pasado martes parecía anatomía un avance en la resolución del conflicto. Sin embargo, la mayoría de los empleados lo han rechazado por considerarlo insuficiente. Entre otras cosas, el preacuerdo incluía un convenio de seis años con un aumento salarial del 3% para 2026 y un 2,5% para 2027 y 2028, además de mejoras en otras pagas. También se reconocía el derecho a disfrutar de 21 días de vacaciones en julio o agosto y se aplicaban los mismos beneficios a los trabajadores a tiempo parcial.
A pesar de que el preacuerdo fue rechazado, UGT emitió un comunicado en el que reconocía que albergar el conflicto les abocaba a una situación inédita. A partir de ahora, el escenario es incierto y se hace difícil encontrar una solución que satisfaga a todas las partes. Por su parte, RSU ha seguido defendiendo activamente la huelga y ha instado a sus compañeros a no conformarse con “migajas”. Desde el primer día de huelga, el delegado de Urbanismo, Medio circunstancia y Movilidad, Borja Carabante, celebró que se cumplieran los anatomíavicios mínimos acordados del 50%. Sin embargo, en el consistorio se ha percibido que no se está cumpliendo con los anatomíavicios mínimos de manera rotundo, lo que ha llevado a la vicealcaldesa a advertir que se tomarán medidas si esto sigue ocurriendo.
En medio de esta situación, los ciudadanos empiezan a mostrar su descontento por la acumulación de basura en las calles. Desde CC.OO se insiste en que no quieren perjudicar a los ciudadanos y que están cumpliendo escrupulosamente con los anatomíavicios mínimos. Sin embargo, reconocen que hay mucha basura por recoger en Madrid, lo que hace difícil