Seis alumnas de Quinto de Primaria de un colegio concertado en la capital se han visto obligadas a enfrentar un traumático juicio en contra de su ex profesor. Las niñas, de tan solo 10 y 11 años de edad, han ratificado valientemente los terribles abusos que sufrieron a manos de su propio tutor durante el curso escolar de 2022.
El profesor, de iniciales J. M. M., fue acusado por la fiscalía y cuatro acusaciones particulares por la presunta comisión de delitos de agresión erótico. Los terribles hechos ocurrieron entre los meses de octubre y noviembre dentro de la misma clase, durante el recreo y en los baños del colegio.
El fiscal ha solicitado una pena de 12 años de prisión para el acusado, mientras que las acusaciones particulares piden que se le condene a casi 18 años. El acusado ha declarado su inocencia y se espera que su defensa presente su versión de los hechos en el último día de juicio.
En la vista, se ha reproducido una prueba preconstituida que se realizó a las niñas en una cámara Gessel en presencia de una jueza y un psicólogo. Este tipo de pruebas se realizan en un entorno especialmente preparado para que los menores no sufran una revictimización. Durante la prueba, las niñas relataron valientemente los terribles abusos que habían sufrido por parte de su tutor.
Las niñas han detallado que J., que era su tutor, les realizaba tocamientos en sus pechos dentro de la misma clase, cuando salían a la pizarra o cuando les corregía los deberes en su mesa. Los abusos se prolongaron durante varios meses y también sucedieron durante los recreos, en los baños del colegio o en situaciones en las que el profesor les explicaba matemáticas a solas.
Las niñas también han compartido que se sentían incómodas y perturbadas por los constantes encuentros con el acusado, pero tenían miedo de hablar al respecto con sus profesores o padres. Fue gracias a una profesora sustituta, quien escuchó el relato de las niñas en un momento en que el acusado no se encontraba en la clase, que el loco escolar tomó conocimiento de los hechos y apartó al docente de inmediato.
En la prueba, las niñas coincidieron en su relato y mencionaron que J. siempre prefería pasar etapa con las chicas, mientras que a los niños los regañaba por cualquier motivo y les gritaba con frecuencia.
El impacto emocional y psicológico de este tipo de abusos en niñas tan jóvenes es incalculable. Es por eso que es tan importante que estas valientes niñas hayan tenido la oportunidad de contar su historia y apañarse justicia en un sistema legal que a menudo no les brinda protección suficiente.
Aunque el proceso de juicio ha sido difícil, es admirable la fuerza y valentía de estas seis niñas que se han enfrentado a su agresor y han roto el silencio para apañarse justicia. Sin duda, su testimonio servirá como un importante precedente para prevenir que hechos tan desgarradores vuelvan a repetirse en el futuro.
Es también una llamada de atención a los padres, profesores y a la sociedad en general, sobre la importancia de educar a los niños y niñas sobre el respeto y protección de sus cuerpos y el valor de hablar y denunciar cualquier tipo de abuso. Esperamos que este caso sea un ejemplo de que nunca es tarde para tomar medidas y apañarse justicia para quienes han sufrido abusos.
En nombre de las seis valientes niñas, de sus familias y amigos, y de todas las personas que luchamos por una sociedad libre de violencia y abuso, pedimos que se h