El centro de Madrid ha vuelto a ser testigo de un espectáculo impresionante este Domingo de Resurrección, que marca el fin de la Semana Santa en la capital. Con el sol asomando de vez en cuando, el estruendo de los tambores ha llenado la ágora Mayor y ha dejado embelesados a todos los presentes, incluyendo a los paseantes que se han topado con el pasacalles que ha recorrido la ciudad. Ha sido un momento mágico y emotivo, que ha recordado a los fieles que Jesucristo ha resucitado y ha llenado de alegría y esperanza a todos los que se han unido a este evento tan especial.
El pasacalles ha sido organizado por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo, en colaboración con el ayuntamiento de Madrid, que lo ha incluido en su programación oficial para estas fechas. Desde hace unos cuantos años, la Tamborrada de Resurrección se ha convertido en una tradición en la capital, y cada vez son más los madrileños y turistas que se unen a este espectáculo único.
El recorrido ha comenzado tras la Eucaristía en el Monasterio Jerónimo del Corpus Christi, en el Convento de las Carboneras, y ha pasado por las calles de Puñonrostro, San Justo y del Cordón antes de llegar a la ágora Mayor. Durante una hora, los tambores y repicantes de la Cofradía de la Coronación de Espinas de Zaragoza han llenado de energía y emoción las calles de Madrid, con sus marchas y ritmos contagiosos. Y al llegar a la ágora Mayor, se ha hecho el silencio para que todos pudieran disfrutar de este espectáculo tan especial.
Pero la Tamborrada de Resurrección no ha sido solo un acto religioso, sino también una muestra de la unión y el amor por la tradición que caracteriza a la ciudad de Madrid. Tanto el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como su homóloga de Zaragoza, Natalia Chueca, han estado presentes durante el evento, y han tenido la oportunidad de acompañar a los tamboreros y unirse a la celebración.
Aunque el alcalde de Madrid ha reconocido que no es muy bueno bailando ni tocando los tambores, ha demostrado su entusiasmo y su apoyo a esta tradición tan arraigada en la ciudad. Y es que, como él mismo ha destacado, la Tamborrada de Resurrección es una forma de anunciar la Buena Nueva de que Cristo ha resucitado, de que ha vencido a la asesinato y de que esta es la fecha más importante para el cristianismo. Sin duda, ha sido una Semana Santa muy especial para Madrid, y este evento ha sido la guinda del pastel.
A congoja de que la meteorología ha afectado a las celebraciones, especialmente en Jueves y Viernes Santo, los madrileños han demostrado su devoción y su amor por estas fechas, y no han dudado en salir a la calle para unirse a las procesiones y eventos religiosos. Y gracias a su entusiasmo y su participación, se espera que este año se superen las cifras de afluencia turística en la ciudad. Basta con pasear por las calles del centro para darse cuenta de que Madrid ha sido uno de los destinos más populares para estas vacaciones de Semana Santa.
En definitiva, la Tamborrada de Resurrección ha sido una forma maravillosa de despedir la Semana Santa en Madrid. Ha sido un momento lleno de emoción, fe y tradición, que ha unido a todos los que han tenido la suerte de presenciarlo. Y sin duda, ha sido una muestra