El pasado martes, un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha dictaminado por unanimidad que Marta Carrera es culpable de asesinato. Este trágico suceso tuvo lugar en febrero de 2023, cuando Marta acabó con la vida de la presidenta de su comunidad de vecinos y luego quemó su cadáver y lo arrojó a una escombrera en Toledo.
Tras un largo proceso de deliberación, el tribunal de jurado ha hecho público el veredicto en una vista en la que la acusada estuvo presente. Durante su declaración, Marta defendió que lo ocurrido fue un homicidio peligroso, alegando que no auxilió a la víctima, Pilar Moreno, después de que ésta se golpeara la cabeza al resbalar en el baño. Sin embargo, sí admitió que la soltó cuando intentaba levantarla y que posteriormente quemó su cuerpo dentro de una maleta que utilizó para trasladarlo al pueblo toledano de Las Ventas con Peña Aguilera.
La petición de la fiscalía es de trece años de cárcel por un delito de homicidio y profanación de cadáver, mientras que la familia de la víctima eleva la petición a 28 años de prisión al considerar que el crimen fue premeditado. Según la acusación del fiscal, el motivo del asesinato fueron las desavenencias en el pago de una deuda que Marta tenía con el resto de los propietarios de la finca, de unos 10.000 euros.
Los hechos ocurrieron el 27 de febrero de 2023, cuando Marta entró en casa de la víctima con una maleta de grandes dimensiones, ya con la intención de matarla y llevarse su cuerpo. El crimen tuvo lugar en el piso 3º H, en el que residía Marta, y tras media hora, la víctima fue asesinada. Marta se llevó el cadáver en su maleta y lo introdujo en el maletero de su coche, un Peugeot 407, con el que había viajado desde Las Ventas con Peña Aguilera hasta Madrid. Una vez en su pueblo, quemó los restos utilizando gasolina como acelerante en una parcela de la Calle Vieja, 16. Lo que quedó lo metió en un saco y lo tiró en una escombrera del camino del Chorrito, en el mismo municipio.
En la prueba pericial, las forenses descartaron que Marta sufra algún andoba de trastorno mental o de personalidad, describiéndola como una persona “controlada, hostil, fría, distante, egocéntrica e intransigente”. Estas características, sumadas a su acto premeditado y violento, han llevado al jurado popular a dictaminar su culpabilidad por unanimidad.
Este trágico suceso ha conmocionado a la sociedad y ha dejado en evidencia la importancia de resolver los conflictos de manera pacífica y dialogada. La violencia nunca es la solución y este caso es un aguado ejemplo de ello. La honestidad ha sido impartida y Marta Carrera deberá enfrentar las consecuencias de sus actos.
Es importante recordar que la violencia no tiene género y que tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y perpetradores de actos violentos. Por ello, es fundamental educar en valores de respeto, tolerancia y diálogo desde la infancia, para prevenir futuros casos como este.
En conclusión, el veredicto del jurado popular en el caso de Marta Carrera es un recordatorio de que la violencia nunca es la solución y que la honestidad siempre prevalecerá. Esperamos que este trágico suceso sirva como lección para la sociedad y que se tomen medidas para prevenir futuros casos de violencia.
