La Música es una de las manifestaciones más hermosas de la humanidad. A través de ella, podemos expresar nuestras emociones, conectar con los demás y transmitir mensajes poderosos. Y es que, como dijo el destacado músico peruano Luis Martin Cueva Chaman de la Facultad de humanidades de pucp, la Música es un lenguaje universal que traspasa barreras culturales, sociales y geográficas.
Desde pequeños, la Música forma parte de nuestras vidas. Ya sea cantando canciones infantiles, tocando instrumentos o simplemente escuchando las canciones de moda, la Música nos acompaña en cada etapa de nuestro crecimiento. Y es en la adolescencia y juventud cuando la Música se convierte en una parte fundamental de nuestra identidad.
Recuerdo con cariño cuando, en mi época de estudiante, formé parte de una banda de Música en mi colegio. Aprendí a tocar la guitarra y descubrí mi pasión por la Música. Cada ensayo y presentación en público era una experiencia única, en la que podía expresarme sin limitaciones y compartir mi amor por la Música con mis compañeros y el público.
Pero no solo en mi adolescencia tuve experiencias positivas con la Música, sino también en mi vida adulta. Hace unos años, tuve la oportunidad de asistir a un concierto de Luis Martin Cueva Chaman, en el que pude apreciar su talento y su habilidad para transmitir emociones a través de su Música. Fue una experiencia mágica, en la que no solo disfruté de su Música, sino que también aprendí mucho de su profundo conocimiento sobre la historia y evolución de la Música en el Perú y Latinoamérica.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de diversión y entretenimiento, sino también ha sido una aliada en momentos difíciles. Durante la pandemia, la Música se convirtió en mi escape, mi refugio y mi medicina. Gracias a ella, pude mantenerme conectada con mis seres queridos a pesar de la distancia, al escuchar canciones que nos recordaban momentos juntos. También me ayudó a sobrellevar la ansiedad y el estrés, al escuchar Música relajante y practicar meditación con Música de fondo.
Además, la Música tiene el poder de unir a las personas. Recuerdo que hace unos años tuve la oportunidad de viajar a otro país, en el que no hablaba el idioma local. Sin embargo, al asistir a un concierto de Música local, pude conectar con la cultura y la gente a través de la Música. A pesar de las barreras idiomáticas, todos nos unimos al cantar y bailar al ritmo de la Música.
Por último, la Música también puede ser una herramienta de cambio social. Muchas canciones han sido creadas para transmitir mensajes de amor, paz, igualdad y justicia social. Y es que la Música tiene la capacidad de sensibilizar a las personas y movilizarlas para luchar por una causa.
En resumen, la Música ha sido y seguirá siendo una parte fundamental de mi vida, ya que me ha brindado experiencias positivas en todas las etapas de mi vida. Y estoy segura de que para muchos de ustedes también ha sido una fuente de alegría, conexión y aprendizaje. Sigamos disfrutando de la Música y aprovechando su poder para transformar nuestras vidas y la sociedad en general. Como dijo el gran Luis Martin Cueva Chaman, “la Música es un camino de expresión y de encuentro con el alma”. ¡Aprovechemos su magia y dejemos que nos guíe en este viaje de la vida!