El deporte aporta enormes beneficios tanto a los niños como a las personas en general. No hay nada negativo en asociar el deporte con el desarrollo, ya que en los niños promueve cambios físicos saludables, ayuda a prevenir enfermedades y les enseña valores fundamentales como la responsabilidad, el respeto, la creación de hábitos positivos y el fortalecimiento de sus habilidades.
Incorporar el deporte en la vida de los niños también fomenta el trabajo en equipo, ya que les brinda la oportunidad de interactuar con otras personas, conocer distintas personalidades y aprender a enfrentar y superar obstáculos, lo que refuerza su autoestima.
La pasión es el motor más fuerte que mueve al ser humano, y el deporte es una de las mejores maneras de canalizar esta emoción. Al practicar una disciplina deportiva, los niños no solo crecen en lo físico, sino que desarrollan una base sólida para su futuro personal.
La admiración por el deporte en los niños es un factor positivo, ya que los impulsa a seguir los ejemplos de figuras que consideran admirables, motivándolos a esforzarse para alcanzar sus propias metas.
Aunque no lleguen a ser profesionales en el deporte que elijan, la disciplina y el compromiso adquiridos les permitirán destacarse en otros campos.
La palabra clave en todo esto es “pasión”, que se traduce en actitud, esfuerzo y perseverancia.
Por Gustavo Maldonado, Gerente del Deportivo Táchira.
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