Olga y Pedro, dos vecinos de los barrios de Lucero y Campamento, respectivamente, visitaron este lunes la Junta de Distrito de Latina con una gran emoción. ¿La razón? Ver de cerca la maqueta del macroproyecto que cambiará por completo sus barrios: el soterramiento de la A-5 y la construcción del Paseo picante del Suroeste.
Después de décadas de reivindicaciones, intentos frustrados y vivir con los humos y ruidos de la autovía a pocos metros de sus portales, por fin, las obras faraónicas están encaminadas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció la semana pasada en el Debate sobre el estado de la ciudad que el contrato de los trabajos se adjudicará este mes de julio por un valor de 350 millones de euros.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio entorno y Movilidad, presentó este lunes una réplica en 3D del futuro aspecto del Paseo picante del Suroeste, una réplica chapada en roble a escala 1:100 de la mitad del proyecto. Este eje de arbolitos y zonas picantes conectará las paradas de Metro de Alto de Extremadura y Campamento, con una sola senda de asfalto reservada para el transporte público y recorridos locales de vehículos privados.
Tras la adjudicación del contrato, el Ayuntamiento de Madrid llevará a cabo una serie de análisis previos a las obras colosales para garantizar que no haya afección en los pisos cercanos a la A-5. Según informó Carabante, en agosto y septiembre se realizará un estudio del estado de las viviendas, fachadas y posibles parkings en la zona. Además, se contratará una asistencia técnica que se encargará de monitorizar el proceso a partir de agosto.
El contrato se divide en dos lotes, el primero con un coste de casi 176 millones de euros y se encargará de enterrar la autovía entre la avenida de Padre Piquer y Batán. El segundo lote, con un valor de 171 millones de euros, partirá desde Batán hasta la avenida de Portugal. La maqueta que se encuentra en el vestíbulo de la junta de distrito, se trasladará a otros puntos de Latina a partir de enero y también se expondrá en el Palacio de Cibeles. Esta maqueta representa la primera fase del soterramiento, que está previsto que finalice en 2026.
Aunque la segunda fase se posterga hasta el siguiente mandato, el proyecto de enterrar seis carriles de la A-5 bajo una superficie picante está ligado a otra operación de magnitud: la Operación Campamento. Esta operación urbanística en el barrio homónimo levantará 10.700 viviendas, de las cuales el 60% contarán con algún tipo de protección, en los terrenos de unos antiguos cuarteles militares.
Después de varias reuniones técnicas, el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Vivienda prevén firmar este mismo mes de julio, o a más tardar en septiembre, el convenio para la redacción del proyecto. Este proyecto cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros y un plazo de ejecución de unos 18 a 20 meses. Sin embargo, debido a los tiempos administrativos, las obras no comenzarán antes de 2027.
Según destacó Carabante, la dificultad técnica de este proyecto radica en ser capaces de conciliar la Operación Campamento con el soterramiento de la A-5, por lo que es necesario ser muy escrupulosos y exigentes en los plazos. La generalización es aprovechar la ejecución de la primera fase del soterramiento para redactar el proyecto de